6/1/08

EL COMERCIO EN IQUITOS HACE CASI UN SIGLO

Calle Próspero frente a la plaza de Armas,
a principios del siglo pasado

Ciertamente la actividad fenicia en Loreto, particularmente en Iquitos, es una de las principales características de su práctica económica. Los iquiteños fuimos comerciantes casi siempre, por no decir por siempre.

Las cosas no han variado en mucho. El comercio y la poca industria de transformación son las que se pueden apreciar en una ciudad económicamente tan difícil como Iquitos.

Inclusive ahora los tiempos han dado un giro más notorio. Las crisis económicas que se han vivido y aún se dan en el mundo entero, han afectado la economía de los pobladores de estos lares. “Hay dinero en las quincenas y los fines de mes cuando cobran los empleados públicos”, comentó un comerciante al ser consultado sobre sus movimientos de caja.

Pero la actividad mercantil en Iquitos es de vieja data. Desde el siglo XIX en que aparecieron los extractores caucheros, las ofertas comerciales más increíbles se difundían entre los mortales iquiteños.

La Revista Proceso del célebre poeta y periodista Javier Dávila Durand publicó en una de sus nutridas ediciones un cúmulo gracioso (para nuestros días) de anecdóticas ofertas comerciales entre las que se encuentra una del señor Fermín Pérez, de quien podría decir que se trata del precursor de los actuales agentes de viajes y turismo, que ofrecía “tours” a Lima en los que se incluían cómodas sillas para bestias (caballos o burros) para cruzar los Andes, calificando sus cualidades conocedoras de la zona del Pichis y hasta una oferta especial sí es que el viaje se hacia en familia que era la de acompañarlos hasta Tarma o La Oroya. Eran viajes bi-modales, que utilizaban el río y las herraduras y unas incipientes carreteras que duraban muchos días, obviamente distantes de los 75 a 90 minutos que duran los actuales viajes aéreos entre Iquitos y Lima.

A continuación, me encanta ofrecerles la trascripción de los pintorescos relatos recopilados por el periodista, poeta e historiador Percy Vílchez Vela.


UNA MIRADA AL COMERCIO[1]

La noticia comercial del año no tendrá nada que ver con éxitos y bonanzas sino con la terrible e inquietante amenaza de quiebra. El mundo parece estar en una permanente crisis y varios negocios tendrán que desaparecer. El 13 de diciembre de este año, por ejemplo, la casa comercial de José López Man será declarada en falencia, debido a una abultada deuda con los comerciantes mayoristas. Pero esa situación crítica no será impedimento para que en la ciudad el comercio siga activo, incitante y hasta fastuoso.

El bazar del momento es el establecimiento llamado Gran Bazar, está ubicado en Próspero del 69 al 71 y tiene un vitriola (sic) moderna en la puerta que es la delicia de muchos. En realidad, es un multinegocio pues ofrece a su distinguida clientela útiles de escritorio, útiles de librería, encuadernación de libros, sellos de jebes, tarjetas postales, impresiones de toda clase, confites, chocolates, hilos de seda para bordar, collares de diferentes calidades y precios.

Para los amantes de los lujos de las joyas y las alhajas, los ornamentos y los adornos, está la joyería Vergara. Está ubicada en la esquina que forman las calles Alzamora con Leguía. En esta temporada ha recibido un surtido de relojes fabricados en Suiza y todos ellos están enchapados en oro y pueden ser del mismo oro, de plata, de níquel. Hay también medallas, reliquias, cadenitas, aretes, medallones de oro y fantasía.

Por su parte, la Casa Pinto, ofrece las mejoras escobas de la ciudad. Usted mismo puede ser una gran barredor de su propia casa si compra dichas escobas que hasta pueden barrer solas. Por motivo de viaje se vende una casa situada en Alzamora y Leguía. La novedad del siglo XX, aunque nadie lo crea, es el cinturón con hebilla de oro.

Los caballeros que aman el buen calzado deben visitar sin mayor trámite y demoras el negocio conocido como La Bota Elegante. Esa delicia de zapatos está en Próspero del 89 al 93. En sus vitrinas tiene siempre novedades que vienen por vapor de los lugares más exclusivos del extranjero. Por ejemplo, tiene zapatos de cueros y zapatos de charol de varios colores. En su gama de venta, como una ganga para el cliente, figura la fabricación de calzados del más puro estilo Luis XV. Además, las hormas, estilo carretel. También ofrece a sus clientes zapatos de cueros especiales para calzado de montaña y para zapatos de fútbol.

En la ciudad todo el mundo conoce a un tal Mario Niño por sus constantes extravagancias y por su apellido de párvulo genérico. Pero es un adulto que se encarga de vender unos jabones de primera calidad llamados Pirámide que, según palabra del mismo Niño, son los mejores del universo entero.

En la misma esquina de Próspero con Itaya está la casa Cantón, de don Antonio Kou Man. El establecimiento que tiene todas las características orientales, vende velos de tres facciones para novias, surtido de seda fina, casimires y frazadas de todos los colores, chales de seda Tutankamen, abrigos de seda.

Los que quieren viajar a Lima no tienen que hacerse mayores problemas, ya que por fortuna está el señor Fermín Pérez quien se encarga de proporcionarle las mejores bestias de silla. Tienen muchos años de práctica en el oficio de dominar la ruta del Pichis, y en caso de que usted viaje con toda su familia él, personalmente, le acompañará hasta Tarma o La Oroya. Su puesto está en la avenida Leguía con Potro.

Para los que quieren divertirse y entretenerse no tiene que haber hora que valga. Para ellos ha nacido el juego mecánico que se conoce con el nombre de Rueda Chicago. Está entre Próspero y Putumayo y la propaganda es convincente como que dice que dicha rueda trae con su rotación salud y vida. Quien sube a ella evita los nervios, los problemas y afronta los peligros. Las más grandes emociones que produce sirven para la curación de ciertas enfermedades. Los precios son realmente muy cómodos: adultos 20 centavos y menores 10 centavos.

El Comercial Bank of Spanish América ofrece algunas gangas a su distinguida clientela en cuenta corriente, sobre inversiones a la vista y de acuerdo a sus depósitos. En la esquina de Leguía y el Malecón estaba la antigua casa Marius Levy y Shulle. Hoy se alza la Casa Comercial Salomón Azerrad que ofrece una renovación mensual de mercaderías, como calzados finos, tabaco inglés para cigarrillos en pipas.

En la esquina de Napo con Arica, dentro de poco, abrirá sus puertas un lugar que durante mucho tiempo se convertirá en un sitio muy concurrido. Se llamará La Gloria y su propaganda inicial dirá que si el Mesías hubiera comido en ese lugar, con toda seguridad Judas no le hubiera traicionado. Es que venderán todo tipo de preparados, de platos de aquí y de allá. El paladar más exigente encontrará la satisfacción correspondiente.

Para los visitantes distinguidos y del buen gusto está el servicio del Hotel Hispano Marroc. Está ubicado en Próspero Nº 49. Tiene buenas y confortables habitaciones. Atiende con comida a la española, a la francesa, a la criolla. Además, tiene los mejores vinos de mesa, toda clase de dulces, pastas y frutas de la estación. El cliente podrá disfrutar de un buen café a cualquier hora.

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[1] VILCHEZ, Percy. Un momento de Iquitos (basado en el 9 de noviembre de 1926). Publicado en la Revista Proceso. Año XXXII, Nº 81. Enero – Febrero 1998. p.p. 16.